Siempre que entro al fraccionamiento Valle de San Javier los vigilantes me dejan entrar sin problemas, me levantan la pluma, me dicen “buen día” y todo como si viviera allí y me conocieran de siempre. Pero claro traigo un deportivo compacto de “lujo” y por eso seguro no tengo malas intenciones y soy gente bien. Mi sorpresa llego cuando hace un par de semanas llegue como si nada, pero esta ves los vigilantes me vieron con desconfianza, me pidieron identificación, me preguntaron la calle a la que me dirigía y con quien, bueno casi me hicieron revisión de cavidades, lo que a mi no me agrado para nada (aun que tengo entendido que a algunos les encanta). Después de todo esto por fin me dejaron pasar y me pregunte ¿qué paso?. Lo pensé unos segundos, se me ocurrieron algunas cosas, como que habían robado alguna casa y reforzaron la seguridad, o que cambiaron a los vigilantes y los nuevos eran mas pesados, pero inmediatamente reaccione y encontré la respuesta: “no traigo mi deportivo compacto de lujo, traigo un tsuru bien jodido”.
El recuerdo de esta experiencia estuvo un buen tiempo rondando por mi cabeza por lo que me di cuenta de que no son el clase mediero ni el rico, los que discriminan y desconfían de los pobres, son lo mismos pobres como los vigilantes de la entrada los que discriminan a otros pobres como yo en el tsuru, también como la gente se vuelve servil con los que ve mas pudientes y culera con los que ve menos y que es un ciclo natural de la vida que vas a encontrar en todos los niveles socioeconómicos. Entonces tu vas a ser culero con el que te trate bien y el que tu trates bien te va mugrosear a ti, que absurdo ¿no? .
Bueno eso es todo por hoy, siento que la entrada esta incompleta y mediocre pero me da flojera ponerle mas, me despido de las tres personas que me leen y le mando un abrazo y un beso la fan numero uno de este blog sin chiste.
Potenciado por malas noticias.
