Potenciado por malas noticias

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Mamá, papá: no tengo Twitter.

Todo mi tiempo en la blogosfera a sido grandioso, tener un blog me hacia sentir especial, era una manera de poderme quejar abiertamente en un lugar donde cualquiera podía verlo, pero al mismo tiempo era un lugar donde solo unos pocos podían verlo. Tener un blog es algo que cualquiera puede hacer, pero que no es muy popular entre las masas (millones tienen uno, pero no es algo que absolutamente todos tengan como Fb.), por lo que solo uno que otro ocioso como yo nos decidíamos a practicar el absurdo e inútil arte de comentar sobre alguna estupidez que nos ha pasado recientemente o la ultima porquería hipster que acabamos de conseguir. Pero de un momento a otro, sin previo aviso, llego el chico nuevo de las redes sociales, aun que en su pretensión y narcisismo negó ser una red social y se proclamo un microblog , lo que convirtió automáticamente a todos los Twitteros en Bloggers y eso me ofende, porque me pusieron al mismo nivel que Jenni Rivera y Justin Bieber, (hay mucha gente que vale la pena en Twitter, pero están en ese lugar por el único interés autopromoción y falta de tiempo).Lo que quiero decir es que miles han abierto su Twitter por el morbo de saber de la vida de los “famosos”, o porque todos sus amigos lo tienen, o porque todos los demás “famoso”  también lo tienen y “mi publicista me obliga a tenerlo”, pero muy pocos lo sacaron por el verdadero y olvidado sentido de tener un blog: documentar cada momento absurdo de nuestras patéticas vidas, con el único fin de alimentar nuestro ego y sentirnos importantes ante la mas minima muestra de interes de cualquier persona por lo que escribimos.

Potenciado por malas noticias.